domingo, 11 de noviembre de 2012

Ideas generales del poema

En “A Roosevelt”, Darío desarrolla un tema que era de actualidad en el año 1904, en que fue escrito el poema lo que lo hizo popular inmediatamente y se ha venido citando como ejemplo de una manifestación literaria de un gran problema político-social nacido de las relaciones entre los Estados Unidos e Hispanoamérica.

La situación dramática se establece en la estrofa inicial. El poeta se dirige a Roosevelt al cual ve como una amenaza a “La América ingénua”. Lo presenta como “cazador” en referencia específica a la pasión por la caza del estadista y simbólica a su política de expansionismo agresivo. 


La invocación “voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman” explica el tono predicador en que ha de dirigirse al Roosevelt contradictorio en cuyo carácter predomina Nemrod, el cazador legendario, símbolo de la tiranía.
Los Estados Unidos están personificados explícitamente en Roosevelt, la acusación se hace específica y el carácter de Hispanoamérica, tal y como se va a desarrollar más tarde en el poema, queda recapitulado en la segunda parte de la estrofa:

Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.


El contraste entre los dos pueblos se enfatiza en la segunda estrofa, al dar a Roosevelt algunos rasgos directamente opuestos a los contenidos en "ingenua". El es "soberbio" y "hábil"; al rechazar a Tolstoy se opone lo sencillo y lo pacífico al tiempo que Hispanoamérica viene a identificarse con estos atributos. 

El afán de Roosevelt por la caza se presenta de forma hiperbólica en la doble referencia a los grandes conquistadores Alejandro y Nabucodonosor. En tres versos paralelamente construídos se define su actitud de agresión antes de ser repudiada por el “No” desafiador, el cual, a pesar de que completa la métrica romance de la estrofa, está puesto aparte. 

El acortamiento gradual de los versos desde catorce sílabas al principio del poema a diez y a ocho, con el consiguiente apresuramiento rítmico, enfatiza la cualidad climática del “No”. 

Como frase aparte se enfatiza y hace resaltar la asonancia en «o», todo lo cual contribuye al tono predicador del poema. 

Los  versos alejandrinos vuelven a aparecer en la tercera parte de la composición cuando el poeta describe, con imágenes de un poder colosal, a los Estados Unidos en relación a Hispanoamérica:

Los Estados Unidos son potentes y grandes.
Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor
que pasa por las vértebras enormes de los Andes.
Si clamáis, se oye como él rugir del león.


En relación al reproche que Hugo hizo al general Grant, sugiere que el poderío imperialista de los Estados Unidos amenaza a las jóvenes repúblicas del sur. La fuerza física (“[el] culto de Hércules”), la avaricia (“el culto de Mammón”) y la propaganda cínica (“alumbrando el camino de la fácil conquista, / la libertad levanta su antorcha”) cooperan a alcanzar esa meta.


 En la parte final del poema Rubén Darío elabora la definición de Hispanoamérica dada en la primera estrofa. La América que se enfrenta a los Estados Unidos contiene la doble herencia—la indígena y la española—:

La América del grande Moctezuma, del Inca,
la América fragante de Cristóbal Colón,
la América católica, la América española,
la América en que dijo el noble Guatemoc:
«.Yo no estoy en un lecho de rosas»; 
http://roboojack.blogspot.com/2010/08/analysis-of-roosevelt-by-ruben-dario.htmlhttp://books.google.com/http://span343spanishamericanliterature.blogspot.comhttp://www.jstor.org, Alberto Acereda bib.cervantesvirtual.com  

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